El mapa de Vilafranca, elaborado en el año 1998 y se estrenó en una prueba de Liga nacional en 1999, albergó el campeonato de España del año 2001, diversas pruebas de Liga Autonómica y el Rogaine Penyagolosa-Vilafranca en septiembre de 2014.
Caracterizado por las construcciones de piedra seca (piedra del entorno apilada con habilidad, sin uso de argamasa ni barro para unir las piedras), existen cientos de kilómetros de muros y bancales y un número ingente de casetas de pastor, algunas de hasta 10 metros de diámetro. La vegetación alterna pinada, robledal y encinar, y algunas zonas despejadas. El mapa está cartografiado a escala de 1:10.000, con una equidistancia de 5m, de forma que sea fácil su interpretación., la lectura de la gran cantidad de muros de piedra que aparecen dibujados, en la zona del Bosque de Palomita y el bosque de La Parreta. Topográficamente la zona de carrera corresponde con una meseta, que es coronada por el Monte Palomita. En la zona superior se pueden encontrar pinares de repoblación y dehesa de carrascas. En las laderas del norte hay bosques de robles. Y en la zona baja, cercana al pueblo se encuentran campos de cultivo. La mayor peculiaridad del terreno son los azagadores y muros de piedra en seco, legado del pasado ganadero del Maestrazgo. Éstos conforman un auténtico laberinto que pondrá a prueba la pericia de los corredores para encontrar la ruta más adecuada.